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martes, 20 de febrero de 2024

  Me he acordado que en aquellos días en los que Bustillo tenia una buena cuadrilla de mozos, que no creo fuese mas alla de 1965, los días veintiuno de febrero de cada año, recuerdo aquella fiesta viví en mi niñez, donde los mozos se reunían para celebrar una fiesta muy sencilla como era la fiesta de la Hoguera.

Por alguna razón que desconozco, desde tiempos inmemoriales, en esta zona, o al menos en estos pueblos, se celebraba la fiesta de La Hoguera, posiblemente fuese de origen pagano, como celebración del fin del invierno, pues bien, ese día, los mozos se encargaban de hacer una buena hoguera, de leña que cada mozo traía de su casa, además de la madera seca que previamente habían acarreado del monte para la ocasión.
En Bustillo, habitualmente hacían la hoguera, en medio de la calle, no hay que decir, que las calles eran simplemente de tierra con piedra, por donde circulaban los carros y el pesonal y animales, de manera que cuando llovía o nevaba, el barro lo normal.
El lugar donde se hacia la hoguera era en medio del pueblo, frente a la casona de los arcos, actual sede de la Sociedad el Chigri, que es donde coinciden 5 calles, conformando una especie de plaza, en otra ocasiones, esta se ubicaba en la salida del pueblo en un lugar llamado "El Cotorro", situado en la saluda del pueblo, en dirección del cementerio
Por supuesto, todo empezaba después de haber atendido al ganado, allá sobre las 8,30 o las 9 de la tarde, siendo ya noche cerrada, los mozos rodeaban la hoguera y acompañados de un par de jarrillas de vino, entre trago y trago de vino y cruces de apuestas y risas, algunos de ellos, mejor dicho, la casi totalidad de los mozos saltaban por encima, de las llamas, aunque siempre habia algun "valiente" que descalzo pasaba sobre las brasas corriendo.
Despues venia la merienda/cena, generalmente en la cantina, aunque en algunas ocasiones, era alguna vecina quien preparaba la cena, a continuación salían por las calles de ronda, cantando por supuesto a las casas donde había mozas casaderas, con o sin novio, cuando llegaban a una casa en la que la moza tenía novio y este iba en el grupo, si el mozo tenia ciertas condiciones " cantariles" dedicaba con mas o menos acierto una coplilla a su amada, entre tanto, algunos se dedicaban a hacer "putaditas" a los vecinos, como esconderles las albarcas, llevarse a otro lugar el carro, comerles los quesos o beberse la leche, que generalmente se dejaba en las ventanas al fresco, o comer los huevos crudos, todo con buen humor, salvo las dueñas perjudicadas, que en alguna ocasión ya dieron más de un golpe con el cazo o una vara.
Era una noche llena de magia, de pura fiesta, en que los chavales no arrimábamos allí, para sentirnos mayores y escuchar sus conversaciones, con el riesgo de que algún capón o tiron de pelo se pudiera escapar.
Los mozos de Loma Somera y Los de Otero, se veían las hogueras de cada pueblo, que unos y otros, intentaban que la suya fuese mas grande y vistosa que la otra, luego entre ellos comentaban sus hogueras y las experiencias vividas, lo mismo que aquí hacían los mozos en la cantina.